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Un antídoto contra el desempleo y otras plagas

Por: Ricardo Mejía Cano

Sólo con aumentos sustanciales en Competitividad es posible, en épocas de crisis, mejorar los niveles de empleo ¡Y en épocas sin crisis también!

El actual gobierno creó la oficina del Alto Consejero Presidencial para la Competitividad y las Regiones, quien convoca a los diferentes estamentos del Sistema Nacional de Competitividad, responsable de orientar a todas las instituciones públicas y privadas en la promoción de una política de productividad y competitividad.

El sector privado creó el Consejo Privado de Competitividad, un tanque de pensamiento y de acción, que le sirve de interlocutor con el Gobierno, hace propuestas y evalúa las del gobierno.

El Foro Económico Mundial (FEM) lleva 30 años midiendo la competitividad de los países. En el desarrollo de su metodología han participado personas de la talla de Michael Porter y Jeffrey Sachs. El Índice de Competitividad (IC) está compuesto por 12 “Pilares” o capítulos. En el IC 2008/2009 a cada país le midieron 113 variables, en una escala de 1 a 7, siendo 7 la mejor. Cada vez más países participan en la medición y periódicamente el FEM incluye nuevas variables, haciendo la competencia más difícil y aguerrida. El Banco Mundial con su programa “Doing Business” y el Instituto Suizo IMD, también llevan algún tiempo midiendo la competitividad, pero sin duda el más completo es el hecho por el FEM.

Un antidoto contra I

Fuente: FEM

La tabla anterior muestra como Colombia pasó de estar entre el 87% de países más competitivos en el 2002, a estar en el 55% de los punteros. En principio una mejora considerable. ¿Pero cuales fueron los 59 países qué ingresaron a la competencia del 2002 al 2009? Chad, Burundi, Mauritania, Mozambique, Timor, Malawi y algunos de buena familia, pero en su mayoría países con los que Colombia no se debía comparar. Si nos comparamos con los mismos 75 países de la medición del 2001/02, estaríamos en la posición 55, una mejora importante, pero no suficiente.

El mundo no es más que un pequeño estanque, donde los pescadores (Inversionistas y compradores) buscan la mejor posición. Del 2002 a la fecha se han abierto nuevos sectores de pesca, muchos de ellos excelentes, que nos quitan oportunidades. Países como Botswana, Croacia, Montenegro, Azerbaiyán y Maruecos nos superan y cautivan a inversionistas y compradores.

El Reporte Global de Competitividad, publicado anualmente en octubre por el Foro, es el mejor diagnóstico sobre la competitividad de cada país.

Un antidoto contra II

Fuente: FEM 2008/2009

Como se observa en el gráfico, en Infraestructura y Avance Tecnológico obtuvimos una calificación de 3.1, lo cual nos coloca en la desastrosa posición 80 en los dos “Pilares”, entre los 135 países. Nuestro flamante Ministro de Obras puede decir lo que quiera, pero este atraso afecta nuestra competitividad, y se convierte en uno de los principales factores de desempleo, inseguridad e inequidad.

La calificación en Innovación tampoco es maravillosa: 3.2, posición 61.

Pero el FEM ha aprendido que el impacto de las diferentes variables depende del nivel de desarrollo del país. Una mejora sustancial en Infraestructura (Calidad y Km. /hab. de carreteras, ferrocarriles, vías navegables, etc.) tendría mayor efecto en la productividad de Colombia que en la de Suecia. Ésta tiene su problema de infraestructura relativamente resuelto y debe buscar su competitividad en la sofisticación de la población científica y en la innovación.

Supongamos que Cenicafé descubre una nueva variedad de café de mayor productividad. Tratándose de una innovación agrícola importante, no tendría los beneficios esperados para nuestra economía, pues los ahorros en la parte agrícola, se perderían por el exagerado costo de los fletes y precariedad de la infraestructura. Por supuesto debemos hacer esfuerzos en investigar cómo mejorar la productividad de nuestra agricultura, pero según la experiencia del Foro, hay un grupo de indicadores que deberíamos mejorar de manera urgente.

El Foro ha clasificado los países según el ingreso per cápita corregido por el poder de compra, y por la participación de bienes primarios en el total de las exportaciones. En el primer grupo están los países con menos de US $ 2.000 per capita corregido, cuya economía se fundamenta en una mano de obra poco calificada y más del 70% de sus exportaciones son materias primas. Este grupo lo denominan Economías de Requerimientos Básicos e incluye a Bolivia, Honduras y Nicaragua.

El segundo grupo de países se denomina Economías con Factores de Eficiencia e incluye a Colombia, Argentina, Brasil, México y Costa Rica. Tienen un ingreso per capita corregido entre US $ 3.000 y 9.000 y las exportaciones de bienes manufacturados tienen mayor peso. Según el FEM este grupo debe hacer grandes inversiones en infraestructura, promover una administración pública amigable con el sector privado, mayor acercamiento entre sector privado y académico y mejorar la gobernabilidad empresarial. La innovación en estos países es importante, pero debido a que no tienen productos y servicios globalmente diferenciados y gran parte de su tecnología viene del exterior, se les recomienda mejorar en educación y entrenamiento, promover “joint ventures” con compañías extranjeras más desarrolladas, contratos de producción bajo licencia, promover la inversión extranjera y no tener miedo a imitar. Los japoneses fueron durante mucho tiempo líderes en copiar e imitar tecnologías de otros países.

El tercer grupo de países, Economías Sofisticadas e Innovadoras, tiene un ingreso per capita corregido superior a los US $ 17.000 y sus exportaciones son principalmente bienes manufacturados y servicios. Sus mejoras en productividad dependerán en gran medida de la innovación y de su sofisticación científica y empresarial. Dos grupos adicionales de países están en transición entre el grupo uno y dos y entre el grupo dos y tres.

Entender en que variables enfocar nuestros esfuerzos e implementar un plan a largo plazo de competitividad debería ser nuestra principal preocupación. No es un plan fácil de articular, pues se deben coordinar infinidad de instituciones. Aquí los Comités Universidad-Empresa-Estado podrían hacer un aporte invaluable. De todos los Comités, el liderado por la Universidad de Antioquia y un grupo de empresarios antioqueños, es el de mayor antigüedad y el que muestra los mejores resultados.

El Comité de Antioquia tiene la capacidad, ascendencia y prestigio para convocar a los Comités de las otras ciudades y a los Consejeros Presidencial y Privado para la Competitividad y diseñar las “ Olimpiadas de la Competitividad ”: Debatir cada octubre los resultados del Reporte Global de Competitividad del FEM, analizar los avances en cada “Pilar” y designar responsables y metas para el año siguiente. Éstos Olímpicos deberían despertar más interés y entusiasmo que los deportivos, y como en estos, convocar a la prensa para difundir avances y fracasos.

El antídoto contra el desempleo, la inseguridad, la inequidad y otras plagas que nos afectan, está en la Competitividad.

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