Los tatatatatataranietos
Por: Ricardo Mejia Cano
En 1770, poco despuésde que los ingleses ocuparan Boston, Stephen Crane compró la única fabrica de papel de Masachussets. Defensor de los movimientos de independencia y libertad que vivía su país, Stephen bautizó su empresa Fabrica de Papel La Libertad. No fue coincidencia que los periodicos a favor de la independencia se imprimisen en papel Crane y que el famoso grabador Paul Revere aprovechara su excelente calidad para imprimir los bonos emitidos por la Colonia de Massachussets para financiar el movimiento de independencia. En esa época el papel se hacía a partir de ropa vieja, de la cual se recuperaba la fibra de algodón.
Durante la guerra, Stephen se unio al ejercito independentista y desafortunadamente murió en batalla, defendiendo sus ideales de libertad. Vinieron tiempos dificiles y sus dos hijos tuvieron que cerrar la fabrica y mudarse a otra ciudad.
Pero la herencia no se pierde: en 1801, Zenas Crane, el menor de los hermanos, fundó Crane & Co. A mediados del siglo XIX se descubrió la pulpa de celulosa vegetal, con la cual se desarrolló un papel de menor calidad pero más economico y eficiente de producir. Crane & Co. siguó fiel a la calidad y la innovación en papel de algodón, mientras la mayoría de fabricantes se pasaron a la pulpa. Dicha decisión le permitió convertirse, desde 1879, en proveedor de papel para la impresión del muy famoso y hoy desvalorizado dólar. Por esos mismos años el correo postal tuvo gran desarrollo y no había tarjeta de matrimonio, cumpleaños o evento especial que no se hiciera en papel Crane. Hoy, con las nuevas tecnologías, las tarjetas están en vias de desaparición y Crane se está adaptando a los drásticos cambios. Son los retos que la octava generación, luego de 200 años, tendrá que enfrentar.
¿Cómo hace una familia, en medio de las dificultades de los mercados, de los cambios tecnólogicos, de las diferencias y los conflictos familiares, guerras nacionales e internacionales, etc., para mantenerse unida alrededor de la empresa familiar durante 200 años? ¿Y con reconocido éxito?
Lanse Crane, miembro de la sexta generación tiene las respuestas. Abogado de la Universidad de Boston, se especializó en Yale en derecho de salud. Ejerció con gran éxito su profesión por más de 25 años, hasta ser nombrado en 1995 presidente de la compañía, cargo que desempeñó hasta el 2007. Durante esos años Lanse profesionalizó la Junta Directiva y las relaciones y comunicaciones de ésta con la gerencia y la familia. Crane & Co. pasó de ser una compañía regional con un portafolio reducido a una compañía global y diversificada.
Hoy Lanse es miembro del Centro de Negocios Familiares de la Universidad de Loyola en Chicago, conferencista y colaborador de importantes revistas americanas. Entre sus recomendaciones está la de que los herederos de una familia empresaria deben ganar experiencia profesional en empresas fuera de la familia.
Para Lanse muchas familias se limitan a manejar su empresa en la zona de confort, con Juntas Directivas compuestas exclusivamente por familiares, o en el mejor de los casos con participación del abogado o el contador de la familia. Se pierde asi la discusión abierta de las ideas, la confrontación creativa, que sólo se logra con la presencia de directores completamente independientes, con experiencias en otras áreas.
Según una encuesta del “Family Firm Institute” entre 1000 EF en EEUU, el 80% es aun gerenciada por el fundador, semejante a lo que ocurre en Colombia. Por otro lado PricewaterhouseCoopers analizó las fortalezas y debilidades de las EF en EEUU y encontró que el principal desafío estaba en la calidad del reclutamiento y formación de profesionales. Para Lanse ésta debilidad se debe al frecuente “incrustamiento” de la familia en la dirección de la empresa.
Lanse vendrá en julio a Colombia, invitado por la Camara de Comercio Colombo Americana de Medellín, a contar como su familia y su empresa han sorteado tantas amenazas. Si usted quiere que sus descendientes, incluyendo sus tatatatatataranietos, conserven y multipliquen el patrimonio que usted les dejará, vale la pena programarse para escuchar a Lanse.