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Cajas de Resonancia Desafinadas

En medio de la insatisfacción, enfrentamiento, polarización y violencia, es bueno recordar que nunca habíamos estado tan bien como hoy, o al menos como antes de la pandemia. En expectativa de vida, en crecimiento de la clase media, en tasas de desempleo, en participación del empleo formal, en cobertura en salud y en educación.

En el primer trimestre del 2020 Colombia superó en crecimiento a Estados Unidos, México, la Zona Euro, Australia y Bélgica, para mencionar sólo algunos. En enero y febrero del año pasado crecimos el 4.35%, cifra que se cayó en marzo por efecto de la pandemia, pero aun así, éramos la envidia de muchos países. Inclusive en el manejo de la pandemia, Colombia se destaca entre los países de la región.

El COVID 19 dejó sin empleo a miles de colombianos. Por fortuna poco a poco la economía se ha ido recuperando, lo mismo que el empleo, con lo cual se aliviará la situación de tantas familias en condiciones críticas.

Nuestro problema no es el modelo de desarrollo, sin embargo, es urgente introducir mejoras sustanciales en algunos sectores. Si el éxito de una estrategia implica concentrar los esfuerzos en unas pocas actividades, lo más recomendable sería que el país dedicara todos sus esfuerzos a mejorar la calidad de la educación y la justicia.

Un periodo de grandes avances de la humanidad fue con la invención del alfabeto en la antigua Grecia: con la nueva escritura el conocimiento y los códigos (Educación y justicia) dejaron de ser del dominio exclusivo de las elites.

Para la izquierda el problema es el modelo de desarrollo: se deben suprimir la propiedad y la iniciativa privada y cambiar los modelos educativos y de justicia. La izquierda ha controlado por más de 20 años estos dos sectores y los pocos avances han sido contra su voluntad ¿A razón de que debemos esperar que si toman el poder ahora si trabajarán por su mejoramiento?

La eliminación del contrario, práctica común de la izquierda, no parece la mejor fórmula para alcanzar el progreso y la equidad. Venezuela, Nicaragua y Bolivia acabaron con los partidos políticos, con la iniciativa, la propiedad y el sector privado. Resultado: escasez, desabasteciendo, hambre y corrupción. Lamentablemente en Colombia también tenemos la gangrena de la corrupción, pero al lado de la de esos países nuestros corruptos son unos aprendices. La mejor manera de luchar contra la corrupción es con la supresión de tramites, en lo cual Colombia ha venido trabajando en los últimos 20 años, pero falta mucho por hacer. A la izquierda por el contrario le encantan las planillas, los tramites, las fotos, las huellas, las firmas de aprobación, etc. Visite a Venezuela y desde el ingreso al aeropuerto entenderá lo que quiero decir.

Siempre ha habido y habrá inconformes. En democracia tienen todos los canales para expresarse y manifestar su insatisfacción. Lo incomprensible es que muchos de los inconformes quieran imponernos un sistema que los elimina.

La izquierda sabe que las Vickys, los Julio Sanchez y los Blue Radio les sirven de caja de resonancia en las redes y en los noticieros. No más desafine. Llenemos las redes y los noticieros con historias de los 12.000 voluntarios de NUTRESA que ayudan en los barrios populares, como POSTOBON en alianza con COMFAMA ha regalado más de 5000 bicicletas para que niños campesinos puedan asistir al colegio, como PINTUCO regala pintura en los barrios marginados para que mejoren las fachadas de sus casas, como ARTURO CALLE sostiene varios asilos en Medellin. Seamos caja de resonancia para los miles de empresarios comprometidos con una Colombia mejor.

Reflexión: ¿Ante el agresor, el policía debe respetarle sus derechos humanos y dejarse masacrar?

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