
¿Dedica más tiempo a los estados financieros que a la gente?
Por: Ricardo Mejia Cano
Si los colaboradores de una empresa son quienes producen los resultados, no se entiende porque las juntas directivas dedican más tiempo a estudiar los estados financieros que a estudiar las competencias y posibilidades de desarrollo de su gente.
Las juntas directivas deberían revisar los planes de desarrollo de los colaboradores varias veces al año y transmitir a la organización que el capital humano es una prioridad. Al final, este es el que da mayor ventaja competitiva. El talento es la fuerza impulsora de la innovación, la productividad y del éxito empresarial. Al revisar y evaluar con frecuencia el talento, la junta podrá entender mejor los desafíos que enfrentan los colaboradores, identificar brechas en las competencias y evaluar la efectividad de los líderes.
El CEO desempeña un papel fundamental en la consolidación de la cultura empresarial, en la ejecución de la estrategia y en los resultados financieros. Una evaluación anual del desempeño de este le dará oportunidad a la junta directiva de conocer su efectividad, identificar áreas de mejora y establecer objetivos claros para el futuro. La junta debe asegurarse de que el CEO es un buen formador de líderes y que trabaja en los planes de sucesión de él y de sus colaboradores.
Preparar a los candidatos que podrían suceder al CEO, hacerles un plan de carrera para que adquieran las competencias y experiencia necesarias y confirmar que tienen el liderazgo que requiere el cargo, es un proceso que puede tomar hasta cinco años. La junta debe además estudiar las tendencias y desafíos de la industria e identificar las competencias que deberá poseer el futuro CEO para garantizar que los candidatos reciben la formación correcta. Un plan de sucesión bien estructurado minimiza los riesgos asociados con las transiciones abruptas y garantiza la continuidad del negocio.
La ratificación, despido o selección de un CEO es una de las decisiones más importantes que debe tomar una junta directiva. Según los expertos el 60% de la efectividad de una junta depende de la selección acertada del CEO. Por esto se recomienda un consenso total entre los miembros de la junta al tomar esta decisión. Una junta dividida corre el riesgo de socavar la credibilidad del nuevo CEO y obstaculizar su capacidad de liderar e inspirar a su equipo. Alcanzar consenso implica debates exhaustivos, evaluaciones de desempeño objetivas, preferiblemente realizadas por terceros para proporcionar información imparcial. Buscar consensos obliga a la junta a tener una comunicación abierta y alinear a sus miembros, al CEO y su equipo alrededor de los principales proyectos que transformarán la organización en los próximos 3-5 años.
La junta también debe conocer las evaluaciones de desempeño de los ejecutivos de segundo y tercer nivel y profundizar en las capacidades de liderazgo del equipo. Las evaluaciones realizadas por terceros brindan mayor objetividad. Promover el desarrollo profesional de los altos ejecutivos y del CEO fortalece el liderazgo y le permite a la junta conocer y corregir brechas en las competencias necesarias para el desarrollo futuro de la organización. El trabajo de la junta con el equipo de gerencia en la retención y desarrollo de ejecutivos de alto desempeño es el camino correcto para alcanzar diferenciación y crecimiento empresarial.
Las evaluaciones deben estructurarse en torno a criterios claros, que incorporen mediciones cuantitativas y cualitativas. Deben medir el compromiso del evaluado con la sostenibilidad, su visión estratégica, capacidades de innovación, dominio de la tecnología, su liderazgo, trabajo en equipo, su cultura, capacidades de comunicación, nivel de compromiso y algunos conocimientos claves del cargo. Las evaluaciones 360º en que se entrevista al jefe, al menos un par y un subalterno y al evaluado (Con frecuencia también un cliente) son las más confiables. Asegurarse de que las evaluaciones sean constructivas y no punitivas fomenta una cultura de mejora continua, motivando a los líderes a trabajar en el desarrollo de sus equipos.
El desarrollo del talento, la cultura y la estrategia empresarial están íntimamente relacionados. La capacidad de una empresa para ejecutar su estrategia dependerá de la calidad de sus colaboradores, de que tengan las competencias necesarias y que todos estén alienados en los mismos objetivos. La cultura influye en cómo se desarrolla, retiene y motiva el talento.
La junta directiva debe tener un conocimiento amplio de la cultura de la empresa. Para lograrlo, además de estudiar los informes de la gerencia, debe interactuar con los empleados en reuniones informales y conocer los reportes de clima y motivación laboral.
La junta directiva debe conocer y opinar sobre los planes de desarrollo del talento. Al final, este es el responsable de unos estados financieros excelentes y del éxito empresarial.
En SALADEJUNTAS ayudamos a las juntas directivas a evaluar el desempeño del equipo de gerencia.