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El aria de Attenborough

Por: Ricardo Mejía Cano

La buhardilla estaba hecha un desastre. Era invierno y no tenían leña para alimentar la pequeña estufa. Discuten si quemar una silla. El pintor ofrece quemar sus lienzos. El poeta propone más bien quemar los manuscritos en que estaba trabajando y ambos empiezan a introducirlos en la estufa. En esas llega lamentándose el filósofo del grupo. Quería empeñar algunos libros para celebrar con sus amigos esa Nochebuena. Los tres están desolados. Llega el músico, el cuarto del grupo, con vino, comida, leña, tabaco y dinero. Los 3 primeros empiezan a devorar las viandas. El músico los invita a celebrar la navidad en el café. Todos salen, excepto Rodolfo, quien debe terminar un artículo.

Mientras escribe tocan la puerta. Es una vecina, quien no tiene fósforos para encender una vela. Amor a primera vista.   Empieza la relación tormentosa, entre los celos de él y la enfermedad de ella. Se separan, se juntan, se separan.

Llega la mitad del invierno y Mimi sola y enferma sale a buscar a Rodolfo.  Sabe que están todos en una taberna. Al llegar allí, hace llamar a Marcelo, el pintor. En medio de su tos, Mimí le explica lo difícil de su relación con Rodolfo. Marcelo se sorprende de la fuerte tos. Mimi le explica que tiene “los huesos rotos”.

Mientras Rodolfo sale de la taberna a buscar a Marcelo, Mimi se esconde. Marcelo ve que Rodolfo no es sincero y lo enfrenta. Este le confiesa: “Está bien. No lo soy. En vano, en vano escondo mi verdadera tortura: amo a Mimí más que a nada en el mundo ¡la amo! ¡Pero tengo miedo, tengo miedo! ¡Mimí está tan enferma! Cada día está peor. ¡La pobrecita está condenada!”

La historia empieza y termina en Pripyat.  El romance empieza cuando él muy pequeño salía a buscar fósiles, en Tilton, en el centro de Inglaterra. En los años 50 viaja al Parque Natural Serengueti, al norte de Tanzania, y se enamora de las gacelas, cebras y búfalos. Observa como todos los animales van migrando según la época del año, facilitando la reproducción de los pastos. Su amor por los gorilas y sus abrazos con ellos fueron la admiración de más de 500 millones de espectadores. Con los años empezó a observar que la naturaleza, la tierra y la fauna que tanto quería, estaba enferma. Viajando por el mundo observó que el Ártico y el Antártico desaparecían, la vida silvestre se reducía año tras año. Muchos fenómenos causados por el hombre, como el de Chernóbil, en Pripyat, Rusia, amenazan la vida de su amada. Por eso Attenborough compuso un canto a la naturaleza: “Una Vida en Nuestro Planeta”. (Disponible en NETFLIX)

Mientras los 4 artistas están divirtiéndose en la buhardilla, aparece Mussetta, la novia de Marcelo.  Se había encontrado en la calle a Mimi, muy enferma y la trae para que ellos la cuiden. Rodolfo le ayuda a acostarse y se sienta a su lado. Los tres amigos y Mussetta salen a buscar un doctor y algunas medicinas. Mientras tanto, los dos amantes recuerdan cuando se conocieron, en una de las arias más bellas de la ópera.

La tuberculosis de Mimi pudo haber sido tratada. Rodolfo y sus amigos bohemios con todo su romanticismo y su alto grado de irresponsabilidad, sabiendo de la tuberculosis de Mimí, no hicieron nada por salvarla.

Igual que la ópera de Puccini es una de las más representadas, los documentales de Attenborough son los más vistos mundialmente. Desde Chernóbil nos recuerda: No se trata sólo de salvar la naturaleza, se trata de salvarnos nosotros ¿Seguiremos en la borrachera bohemia y como los 4 artistas, no haremos nada por salvar a nuestra amada? ¿O escucharemos el aria de Attenborough?

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