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La Franja de Gaza latinoamericana

Por: Ricardo Mejia Cano

Los pueblos árabes y judíos han hecho grandes contribuciones al desarrollo de la humanidad. Los árabes, luego de importantes aportes en matemáticas, medicina y las ciencias en general, perdieron el rumbo y ya no son ejemplo de progreso. Los judíos, por el contrario, convirtieron a su pequeño país en un motor de innovación y creatividad, que tiene maravillado al mundo.  

Hace apenas 80 años Israel no existía. Sus orígenes estuvieron llenos de dolor, hambre, dificultades y guerras con todos los países vecinos. Cualquier otra raza habría desistido. La fuerza de los judíos, su determinación, su capacidad de lucha y trabajo, de afrontar y resolver desafíos que parecían imposibles de sortear, hicieron que, de un desierto sin futuro y rodeado de enemigos, surgiera un país con una de las mejores calidades de vida del mundo y potencia tecnológica.  El futuro es lo que uno quiere.

El 7 de octubre de 2023, mientras los israelíes celebraban una de sus fiestas, fueron atacados por grupos armados palestinos, principalmente de Hamás, desde la Franja de Gaza. Un par de países Latinoamericanos se pusieron del lado de los palestinos en este nuevo conflicto. Es doloroso decirlo, y sin entrar en la discusión de quien tiene la razón en el conflicto, tomaron partido por quienes en esa área representan la pereza, el desorden, la incapacidad de brindar bienestar a sus pobladores, sin ningún propósito y siempre culpando a otros de su pobre condición. Coincide con lo manifestado por Gustavo Bolívar en reciente reunión de la ONU: “la pobreza es producto del neoliberalismo, la injusticia tributaria y la corrupción”. ¿Se refiere a la corrupción en este gobierno? ¿Cómo se hizo él millonario?

Gustavo Petro fue uno de los que se pusieron del lado de los palestinos. Ellos representan lo que él es: desorganizado, mantenido, fuerte ante el honrado, amigable con el corrupto y el terrorista, incapaz de promover acciones positivas.

Colombia enfrenta desafíos innumerables: inestabilidad política, recesión económica y conflicto interno, entre muchos otros. Seguir el ejemplo judío de trabajo, determinación, preparación, convencimiento de que se puede moldear el futuro, nos permitiría superar estos desafíos. Seguir el modelo palestino: no incentivar el esfuerzo, vivir de ayudas externas, culpar a otros, no estudiar y promover grupos terroristas sólo agravará nuestra situación.

El éxito de Israel está en gran parte en su énfasis en la educación y la investigación. Desde sus inicios, Israel invirtió fuertemente en estas áreas, entendiendo que el conocimiento y la innovación son motores críticos del desarrollo. Gracias a esta inversión, con recursos naturales limitados, Israel se ha convertido en un líder mundial en tecnología, agricultura e investigación médica. Nosotros, como ellos, debemos fomentar el emprendimiento, la innovación y la diversificación industrial.

Los líderes israelíes han articulado consistentemente una visión unificada del futuro y han implementado las políticas para alcanzarla. Esto incluye no sólo políticas económicas sino también esfuerzos para construir cohesión social e identidad nacional.

La capacidad de Israel para mantener la unidad nacional frente a amenazas externas y divisiones internas ha sido fundamental para su éxito. A pesar de sus diversos orígenes y opiniones, la población israelí a menudo se ha unido para abordar desafíos comunes. Esto les ha permitido implementar reformas difíciles y resistir las presiones externas.

Contrario a lo que ocurre en muchos de nuestros países, donde los gobiernos más que unidad, promueven la lucha de clases y la polarización.  El alineamiento del presidente Petro con los palestinos y tenerlos como modelo nos llevará a mayor dependencia de las ayudas externas, mayor desorganización política y falta de atención a la educación y la innovación.

La decisión unilateral de Petro de cerrar la embajada en Israel y cortar las relaciones diplomáticas va en línea con su oscurantismo. Es impedir que aprendamos de los innovadores de WAZE, de su famosa industria agrícola, cibernética, de defensa, de sus avances en desalinización del agua, etc. La propuesta de este gobierno es que aprendamos de las innovaciones en terrorismo de Hamas.

Los colombianos debemos reconocer la importancia del trabajo duro, la buena preparación, el orden, la disciplina y que el futuro lo moldeamos nosotros. De nuestras capacidades de aprender de otras experiencias positivas y descartar aquellas negativas, dependerá nuestro futuro y que no nos convirtamos en la Franja de Gaza latinoamericana.  

Nota: sólo si los partidos políticos de oposición, los empresarios, la academia y los mandatarios regionales defensores de los principios democráticos se unen, podremos construir un MURO DE CONTENCIÓN y evitar los daños que Petro le quiere hacer al país.

3 thoughts on “La Franja de Gaza latinoamericana

  1. Como orgulloso palestino, orgulloso de lo que somos y de nuestra herencia y cultura, no me es muy difícil responder a la sarta de sandeces e insultos que el usted publicó en La República el 19 de julio pasado. No entiendo cómo una persona supuestamente culta puede incurrir no solo en tantas imprecisiones, sino, como se dijo, buscar insultarnos como personas y como pueblo!. Para usted representamos la “pereza, el desorden, la incapacidad de brindar bienestar a sus pobladores, sin ningún propósito y siempre culpando a otros de su pobre condición”. Por el amor de Dios, Palestina y los palestinos somos un pueblo milenario, que ha estado presente como nación hace más de 4000 años, y que, de hecho, desarrolló una entidad propia como estado, aún reconocida por el imperio otomano en el siglo XIX y principios del XX ( Nur Masalha, A Four Thousand Year History, Aug 15, 2018). Según usted, si no fuera por los judíos, religión con la que tenemos el mayor respeto y con la que convivimos en Palestina desde los tiempos de Jesucristo y aún antes, nuestra tierra sería un lugar baldío y sin futuro. Sr Mejía, no confunda a los judíos con los sionistas, o movimiento político que ha llevado a la incesante ocupación y destrucción de nuestra tierra. Sr Mejía, remítase a los libros de muchos eruditos sobre el tema, entre otros de Ilan Pappe (The Ethnic Cleansing of Palestine, Sep1 2007)2, de Masalha y de Edward Said (The Question of Palestine, April 7, 1992) que demuestran lo pujante del comercio, la industria, el desarrollo de puertos y ciudades antes de la creación del Estado de Israel en1948, y lo que ha significado para mi pueblo la ocupación sionista. Sr Mejía, lo único que el sionismo Israelí ha traído a Palestina y a mi pueblo es muerte, destrucción, genocidio y un permanente estado de violación de los derechos humanos en toda Palestina y más recientemente Gaza y la margen Occidental del Jordán. Antes de atreverse a publicar algo sobre lo que es claro usted no sabe absolutamente nada, entérese, haga un esfuerzo por estudiar, deje de cacarear la propaganda sionista. De hecho, puede empezar con los libros arriba citados y con las decisiones de la Corte Penal Internacional y, más específicamente, de la Corte Internacional de Justicia de esta semana (19 de julio de 21024, el mismo día de su infame nota), que demuestran, eso sí, y por contraposición a su cúmulo de mentiras, la extensión del daño y la vejación a la que hemos estado sometidos por su amado gobierno israelí desde hace un siglo.

    1. Apreciado Eduardo: gracias por su nota. Coincido con usted en lo de la importancia y gran historia del pueblo palestino. Cuando escribí la columna, supuse que crearía incomodidades. Cuando viajo al exterior y escucho que se refieren a Colombia como país mafioso, me es difícil ocultar mi disgusto. Sin embargo, entiendo por qué nos señalan de esa manera y creo que es culpa nuestra, nos ha faltado temple y resolución para luchar contra tal flagelo. Hemos sido condescendientes. Igualmente, a los palestinos les ha faltado fuerza, determinación y orden para evitar la mala imagen que Hamás y otros grupos terroristas le dan al pueblo palestino. Han sido condescendientes y eso tiene un costo. Cordial saludo,

  2. Apreciado Eduardo: gracias por su nota. Coincido en la gran historia del pueblo palestino. Cuando escribí la columna, supuse que crearía incomodidades. Cuando viajo al exterior y escucho que se refieren a Colombia como país mafioso, me es difícil ocultar mi disgusto. Sin embargo, entiendo por qué nos señalan de esa manera y creo que es culpa nuestra, nos ha faltado temple y resolución para luchar contra tal flagelo. Hemos sido condescendientes. Igualmente, a los palestinos les ha faltado fuerza, determinación y orden para evitar la mala imagen que Hamás y otros grupos terroristas le dan al pueblo palestino. Han sido condescendientes y eso tiene un costo. Cordial saludo,

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