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¡No seamos tan pendejos!

Por Ricardo Mejia Cano.

Infinidad de estudios lo confirman: la intervención más efectiva para mejorar en equidad es educación de calidad. Los países del norte de Europa y Singapur, en medio de la pobreza y el hambre al terminar la segunda guerra, concentraron sus esfuerzos en educación de calidad y los resultados saltan a la vista. China, país que Mao dejó en la más absoluta ignorancia y miseria, Deng Xiaoping la transformó en la potencia que es hoy gracias a la educación de alta calidad.

Prácticamente todos los gobiernos inician con un plan de cambios. El más importante que propone Petro es reducir la inequidad. No creo equivocarme si afirmo que desde hace varias décadas todos los presidentes han tenido la equidad como prioridad en su plan de gobierno. No han cumplido sus planes por no haber querido enfrentar las grandes reformas que la educación requiere y a FECODE. Mucho menos se enfrentará Petro con su principal elector.

En las pruebas PISA, a la que se presentan mundialmente los jóvenes de 15 años, se miden sus habilidades en lectura, matemáticas y ciencias. Si bien en la última prueba del 2018 (La del 2021 se aplazó por la pandemia para este año) Colombia quedó de último entre los países de la OCDE, es importante resaltar que los estudiantes de los colegios privados presentaron resultados muy superiores a los de los colegios públicos. Sin embargo, los profesores de éstos tienen en general mejor remuneración y mejores prestaciones que sus colegas de los colegios privados. ¿Por qué estas mejores condiciones no traen como consecuencia un mejor rendimiento?

Algunos rectores de colegios públicos me han mencionado que los paros de FECODE implican la pérdida de hasta 60 días de clase al año, porque muchos de los profesores salen a marchar o aprovechan y se quedan descansando en casa. No hay ningún tipo de sanción que los rectores puedan ejecutar. Según el informe de PISA del 2018, muchos de los rectores de los colegios públicos en Colombia se quejaron por la falta de personal docente.  Comprensible: ¡Se mantienen en paro!

Coincido que los profesores deberían ser mejor pagados, pues de su labor depende el futuro del país. Pero su remuneración debería depender en parte de los resultados de sus alumnos en las pruebas Saber.

La educación pública en Colombia, como en la mayoría de los países Latinoamericanos, está viciada de raíz: los profesores no pueden ser amonestados, sancionados o despedidos por bajo rendimiento o negligencia. Obtener un puesto de profesor en el sistema público es ganarse la lotería. Va en contravía de la naturaleza humana: el riesgo, el peligro, la incertidumbre nos hace preparar mejor para evitar esas eventualidades. FECODE después de 70 años de “trabajo arduo” convenció a todos sus afiliados que no importa la calidad de su trabajo, ellos deben ganar más y trabajar menos.

Con esa filosofía llegó al Ministerio del Trabajo Gloria Ramirez, quien fuera presidente de FECODE. Llegó la hora de vivir sabroso: sin trabajar ni esforzarnos, mejoraremos todos los indicadores, en especial el de equidad.

Tiene que ser uno muy pendejo, para pensar que mejoraremos con este gobierno.

Nota: La oposición constructiva jugará un papel fundamental en la defensa del país, hay que darle todo el apoyo.

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