¿Para que un Consejo?
Por: Ricardo Mejía Cano
En una encuesta realizada por el experto Dennis T. Jaffe para Family Business Magazine, de las 320 familias entrevistadas, sólo el 35%, 113 familias, tenía Consejo de Familia. Y no se trataba de empresas jóvenes: El 66% tenían entre 40 y 120 años de fundadas y el 19% tenía más de 120 años.
Este resultado muestra las grandes oportunidades de mejora en el gobierno de las empresas familiares. El Consejo es responsable de mantener a la familia unida, resolver conflictos, velar por la separación de poderes y la efectividad de los pesos y contrapesos entre los diferentes órganos de gobierno.
Para Jill Jensen, presidente del Consejo de Familia y segunda generación de la familia fundadora de JENSEN PRECAST, fabricantes de productos en concreto prefabricado, “El mayor éxito del Consejo es que gracias a nuestro trabajo, la familia siempre responde con una sola voz a los requerimientos de la empresa. En los Consejos hay muchos debates y diferencias en las posiciones, pero una vez llegamos a un acuerdo, todos lo respetan”.
Para Megan Juday, cuarta generación de IDEAL INDUSTRIES, fabricante de herramientas, cuándo los miembros de la cuarta generación llegaron al Consejo, empezaron a liderar el trabajo y sólo en ese momento el Consejo tomó importancia.
Cuando el padre de Megan decidió retirase de la presidencia del Consejo, dieron un gran debate y concluyeron que en la familia no tenían un profesional con la formación necesaria para ese cargo, no habían trabajado en planes de sucesión, así que contrataron un externo, sin vínculos con la familia. También acordaron diseñar un plan de formación, para preparar a quienes quisieran participar en los órganos de gobierno y seleccionarlos por méritos. Más importante que la representación de cada rama familiar en los órganos de gobierno, sería que estuvieran los más preparados.
Cuando la familia crece por encima de 10-15 miembros, el Consejo debe programar al menos una reunión anual de toda la familia y enterarla de los avances en la empresa y en la familia. Según los participantes en la encuesta, lograr una buena asistencia a estas reuniones es uno de los grandes retos: para que todos asistan crean incentivos y diferentes tipos de ayudas.
Mas de la mitad reportaron que en los encuentros familiares programan actividades lúdicas como partidos de fútbol, karaoke, caminadas, etc., para estrechar los vínculos familiares y generar mayor confianza.
Para aquellos fundadores de empresa que ya cumplieron 60 años, las preguntas que les deberían trasnochar son: ¿Les sobrevivirá la empresa? ¿Serán sus hijos y herederos capaces de continuar con el legado y convertirla en una compañía más prospera y competitiva? ¿Tienen planes de sucesión ejecutiva en la compañía?
El Consejo de Familia es responsable de la estrategia familiar: ¿Está la familia preparando hijos y nietos para ser unos buenos accionistas dentro de 30-50 años y seguir impulsando el crecimiento de la compañía? Mientras la junta directiva debe pensar en la estrategia para los próximos 3-5 años, el Consejo debe pensar a 50 años.
Las estadísticas son contundentes, sin un buen sistema de gobierno, las posibilidades de sobrevivencia empresarial se reducen sustancialmente.