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¡Mi próximo hijo p’ Finlandia!

Por: Ricardo Mejia Cano.

Luego de 600 años de invasión sueca, en 1809 pasaron a ser una finca del czar de Rusia, hasta que la revolución rusa les abrió las puertas a la independencia. Vinieron los años más difíciles: una guerra civil, dos guerras contra Rusia y una contra Alemania. En los 60s el país estaba destruido y quebrado económicamente.

Para rematar sufren de un frío intenso en verano y el congelamiento en invierno. Pero siempre hay esperanza: Los salvó un sueño: “Cada niño finlandés tendrá acceso a excelente educación pública. Si queremos sobrevivir, debemos ser competitivos y para ello debemos ser los mejor educados”

Los padres de Besart Kabashi son refugiados albaneses. Besart tuvo muchos problemas de adaptación y no quería estudiar. En lugar de echarlo del colegio, su profesor, Kari Louhivuori, lo adoptó como su ayudante: lo ponía a leer libros a los niños de 9 y 10 años, 4 años menores que él, y le motivaba a estudiar ciencias, geografía y matemáticas. Logró subirle su autoestima. Besart terminó exitosamente sus estudios. Años después se apareció en una fiesta de Navidad del Colegio con una Botella de Champaña y una enorme sonrisa: quería agradecer al profesor Kari lo que había hecho por él y contarle que había montado un taller de vehículos y le iba muy bien.

Los profesores gozan de gran respeto: Son seleccionados entre el 10% de los mejores bachilleres, deben hacer un master en educación (Seis años de estudios) en una de las ocho universidades que tienen dicha especialización y antes de quedar a cargo de una clase, son sometidos a un riguroso entrenamiento con un profesor experimentado. El prestigio y reconocimiento de que gozan ha dado buen fruto: en el 2010 para 660 cupos que ofrecían las universidades para formar profesores de primaria, se presentaron 6600 aspirantes.

Los colegios son en promedio de 250 alumnos y tienen un profesor por cada 9 estudiantes. Los maestros, particularmente los de primaria, deben mantener mucha cercanía con sus pupilos y dar ayuda especial a quienes se retrasan. Su principal obligación es preparar a los niños para aprender a aprender por el resto de sus vidas.

En los tres últimos años de bachillerato el 50% de los jóvenes escoge una formación vocacional para ingresar luego a un Instituto Tecnológico. Del otro 50% que sigue el bachillerato académico, la mitad ingresa también a formación técnica. El 95% de los jóvenes termina el bachillerato, la tasa más alta del mundo.

En Colombia esta de moda hablar de educación y siguiendo nuestra cultura, hablamos y no hacemos nada. En Mineducación no duermen, pensando en las grandes reformas que algún día harán en educación superior. Traemos una delegación de la OECD para que nos diga que la solución está en agregar un año al final bachillerato. Cuando más del 65% de los niños de 10 años tienen desempeño insuficiente o mínimo en lectura, ciencias y matemáticas. Queremos arreglar al final del bachillerato o en la universidad lo que no hicimos en la primaria.

Finlandia no era viable hace 50 años. Hoy se destaca por formar los mejores bachilleres del planeta, tener un ingreso per cápita superior al promedio de la Unión Europea y estar entre los diez países de mayor equidad en el mundo.

Ya acordé con Ana Isabel: ¡Nuestro próximo hijo lo mandaremos a estudiar a Finlandia!

Ricardo Mejia Cano

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