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UNETE A MI EKO

Por: Ricardo Mejía Cano

El sector textil fue el gran empleador en Antioquia en la mayor parte del siglo pasado. Hoy está en cuidados intensivos. ¿Qué pasó?

Las confecciones y los textiles tienen gran movilidad internacional, esto hace que si la industria no logra rápido niveles internacionales de competitividad, las importaciones y el contrabando las ponen en situaciones difíciles. En países como Colombia, donde los narcotraficantes están llenos de dólares que no pueden traer al país, el contrabando de confecciones y textiles es la mejor manera de monetizar sus divisas. El completo descuido del gobierno anterior por evitar el crecimiento de los cultivos de coca y su incapacidad de promover políticas para facilitar la modernización industrial, hicieron que el sector textil fuese uno de los mas afectados.

Además hay 4 factores que hacen que muchas industrias en Colombia no puedan adaptarse a la competencia internacional. Según el último estudio de Competitividad del Foro Económico Mundial: 1. En facilidad de contratar y despedir trabajadores estamos en la posición 108, 2. En disponibilidad de las últimas tecnologías, posición 85, 3. Capacidad de absorción de nuevas tecnologías, posición 83 y 4. Capacidad de Innovar, posición 89, entre 137 países.

Del 2010 al 2017 COLTEJER disminuyó ventas en una 33% y FABRICATO un 43%, si se midiera en pesos constantes del 2010, la caída sería mucho mayor. Pero más grave: ambas pasaron de dar utilidades operacionales en el 2010 a dar perdidas operacionales en el 2017, sin tener  en cuenta venta de terrenos, valorizaciones y otras operaciones que les han ayudado a mantenerse a flote. Sin embargo ENKA aumentó entre los mismos años sus ventas en un 20%, y pasó de tener pérdidas operacionales  en el 2010 a utilidades en el 2017.

Las tres compañías se acogieron a la ley 550 de reestructuración a principios del 2000. Sin embargo la única saliendo a flote es ENKA ¿Qué hizo bien?

Una vez firmado el acuerdo de restructuración en el 2003, los directivos de ENKA se dedicaron a repensar el negocio. No podían seguir dependiendo de la importación de materias primas, que tenían que pagar en dólares y peor aun, dependían del petróleo. El reciclaje fue la respuesta.

Las materias primas las conseguirían de los desperdicios: recuperarían las botellas de PET, con etiquetas y tapas, en las basuras. Pero más ambiciosos, rescatarían también del fondo del mar las redes de pesca abandonadas.

Se pusieron a la tarea de buscar en todo el mundo las tecnologías mas apropiadas para el reciclaje de dichos desperdicios, y poco a poco las fueron encontrando.  Primero fue la reconversión de dichos desperdicios en fibras para la industria textil y de llantas. Luego la mas difícil, convertir el desperdicio en resinas ecológicas y de grado alimenticio, para la fabricación de botellas. Ahora están próximos a aprovechar también las tapas y las etiquetas. Para bajar costos montaron su propia planta de generación de energía y con el fin de tener mayores eficiencias, simplificaron sus sistemas administrativos y de producción.

No menos importante: para la recuperación de los desperdicios crearon una red en todo el país que da trabajo a mas de 10.000 personas, con planes de formación que han permitido a dichos recuperadores disfrutar de una mejor calidad de vida.

Sin duda los gobiernos deberían crear las condiciones macroeconómicas para el desarrollo empresarial. Pero también los empresarios deberán ser mas innovadores. ENKA es un buen ejemplo. Si su empresa no ha visto oportunidades en el reciclaje y en la cultura ecológica, visite a ENKA y como dicen ellos: “UNETE A MI EKO”.

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