Uriach
Por: Ricardo Mejía Cano
En 1838 Juan Uriach empezó a trabajar como farmacéutico en una pequeña droguería en Passeig del Born, en Barcelona. Así resolvió sus principales angustias: consiguió dinero para comer y una cama en la droguería para dormir. Rápidamente le cogió sabor y gusto a su trabajo. Veinte años después, cuando sus patrones deciden vender el negocio para retirarse a descansar, Juan lo compra.
Experimentar que a base de esfuerzo y trabajo podía mejorar su calidad de vida le sirvió a Juan para cimentar cuatro valores: ilusión, tenacidad, respeto y desbordante capacidad de trabajo.
Si alguna vez esta en Barcelona y entra a un pequeño restaurante a comerse una buena paella, además de una excelente comida, muy probablemente se encontrará que quien lo atiende es la quinta generación de un negocio que ha estado en manos familiares por más de 120 años. Su comida será inolvidable. Además podrá aprender como estos catalanes mantienen el cariño, tradición y respeto por el negocio fundado por sus antecesores.
Para impulsar el crecimiento de la farmacia Juan compró una bodega con el fin de tener espacio para almacenar más mercancía. Como los recursos eran pocos, se llevó a su familia a vivir allí. El negocio era lo primero: Joaquín el hijo mayor se debió retirar de sus estudios para colaborarle al padre. Así ayudó también a que sus hermanos menores, Francisco y Trinidad estudiaran farmacia y comercio. Terminados sus estudios se vincularon a la empresa y el primero se concentró en la investigación y desarrollo de nuevos productos terapéuticos. Así creo una cultura que aun hoy se conserva: el 14% de los ingresos se dedica a innovación.
El credo de Uriach: mejorar la salud, la calidad de vida y el bienestar de las personas, a través de productos y servicios de superior calidad. Para reforzar más su cultura de servicio y compromiso con la comunidad, en 1988, con motivo de los 150 años de fundación de la empresa, crearon la Fundación Uriach para promover la investigación y difusión del conocimiento de las ciencias de la salud.
Los españoles realizan anualmente el Congreso de la Empresa Familiar. Normalmente es inaugurado por el Rey, quien generalmente enfatiza la importancia de las empresas familiares por su cultura innovadora, sus bajos niveles de endeudamiento, alta generación de empleo, la participación de la mujer en todos los ámbitos de las EF, incluidas las Juntas Directivas. El Congreso es uno de los foros empresariales más importantes en la Península. La clausura la hace en la mayoría de las veces el Presidente del Gobierno. Conscientes de su positiva incidencia en la economía española, los diferentes gobiernos siempre han dado gran respaldo a las empresas familiares.
En entrevista telefónica con Joaquín Uriach, quinta generación y presidente de la junta directiva del Grupo Uriach, le pregunté: “¿Cómo han logrado mantener durante 180 años la propiedad de la empresa, pasando por guerras mundiales y la civil española y crecer hasta extenderla a los cinco continentes?”. Me respondió: “la familia no ha estado exenta de grandes conflictos internos, pero nos educaron con dos principios básicos, primero está la empresa y segundo, promover un sistema de gobierno que saque nuestros conflictos del ámbito de la compañía.”
En el 2015 SALADEJUNTAS realizó en Colombia un Foro sobre Empresas Familiares. El Señor Joaquín Uriach, uno de los invitados especiales al Foro, dió a conocer la historia de éxito de su compañía. Ver HISTORIA DE ÉXITO DE URIACH