“Eso es allá, no aquí”

Cari M. Dominguez nació en Cuba y como tantos otros de sus connacionales, ha hecho una exitosa carrera en EE. UU. Luego de ocupar importantes cargos en el Ministerio de Trabajo de su país adoptivo paso al sector privado. Hoy es miembro de la junta directiva de MANPOWER, posición 129 entre las 500 de Fortune y de otras compañías que aparecen en el mencionado listado.

El General (R) Lester Lyles, hizo una brillante carrera militar en EE. UU. ascendiendo al cargo Sub Comandante de la Fuerza Aérea.  Una vez retirado, paso al sector privado. Hoy es miembro de la junta directiva de varias compañías que se encuentran entre las 500F, incluida “General Dynamics”, posición 92.

Dominguez y Lyles coordinaron a un selecto grupo de especialistas en Gobierno Corporativo, convocados por la NACD, con el fin de redefinir el rol de las juntas directivas, ante los cambios abruptos que se avecinan.

Mientras en 1964 las grandes empresas permanecían 33 años en promedio en el listado de las 500 de Standard & Poor, en el 2016 la permanencia bajó a 24 años y se espera que en el 2027 bajará a 12 años. En el siglo pasado los presidentes de las grandes compañías permanecían en el cargo más de 10 años, hoy duran en promedio 5.

La Comisión de Expertos ve con preocupación que las juntas no estén dedicando suficiente tiempo a entender y debatir los efectos de los cambios en el entorno.  De allí que sugieran cambios radicales en la cultura de la junta directiva.

Si bien la junta directiva sólo se reúne unas horas durante 8 o 12 veces al año, sus miembros deben tener muy buen domino de la compañía o institución, aunque nunca será tan profundo como el del equipo ejecutivo, cuya dedicación es 24/7. Para tal fin, en lugar de dedicar tiempo importante a informarse durante la junta sobre las operaciones, los miembros de junta deberán dedicar tiempo por fuera de la junta para conocer al equipo ejecutivo y sus actividades (Leer: La Nueva Realidad y Conoce los Reportes del Presidente). La Comisión sugiere que la reunión de la junta se dedique principalmente a estudiar el entorno, avances de los competidores, atención al cliente, oportunidades con nuevos productos y regiones, nuevos canales, relacionamiento con los grupos de interés, fortalecer la cultura, planes de formación de quienes en el futuro manejarán la compañía, nuevas tecnologías, etc.

Lo anterior obligará a cambiar la manera como los ejecutivos presentan sus áreas en la junta. Los temas operativos lo deberán presentar en las reuniones virtuales o visitas físicas que los miembros de junta como OBSERVADORES deberán hacer a las oficinas y/o plantas. En la junta, los ejecutivos deberán presentar los planes y proyectos del área, necesarios para enfrentar los diferentes retos e impactar positivamente la organización en los siguientes 3-5 años. Las juntas deberán entrar en “modo futuro” y dejar el “modo pasado”, que desafortunadamente acá tanto les gusta.

Los miembros de junta se deberán distinguir por su coraje para preguntar y abordar temas difíciles, por ser escépticos, por su fortaleza mental y de carácter, su curiosidad permanente, pasión por su trabajo y por poseer un amplio conocimiento y experiencia en áreas de interés para la compañía.

Ante los nuevos retos muchas juntas directivas se están reconfigurando, con profesionales con las competencias duras y blandas que hoy se requieren. Diversidad e inclusión son los otros valores que están determinado la nueva configuración de las juntas.

¿Deben los miembros de junta directiva tener un límite en sus años de servicio? La comisión propone que sea la evaluación del desempeño de los miembros de junta la herramienta para definir si un director continúa o no. Sin embargo, existe un gran debate si un miembro de junta después de servir por más de 20 años continua con la independencia, curiosidad y escepticismo necesarios.

La comisión también propuso una mejor remuneración de los miembros de junta, ante los nuevos requerimientos de tiempo y de formación.

Pero como me dijo un amigo, eso es allá, porque aquí nunca pasa nada.