¡Me bajaron del Metro!
Por: Ricardo Mejia Cano.
Luis Felipe Henao, Minvivienda, viene a la Junta del Metro a “mirar cómo se están tomando las decisiones, el Gobierno tiene una representación importante y queremos revisar cómo están tomando las decisiones para que hechos como los de hace dos semanas, que paralizaron el metro, no se vuelvan a repetir. Al metro hay que blindarlo de esas situaciones».
¿Revisar cómo se toman las decisiones? Sr. Ministro: los ríos son fuentes vivas, requieren permanente monitoreo y mantenimiento. En el caso de Medellín, al desaparecer Mi Rio, el mantenimiento pasó al Área Metropolitana. Hace dos semanas el Metro y sus fieles usuarios sufrieron graves perjuicios por la falta de mantenimiento del río. Los funcionarios del Metro, y por supuesto los del Área, conocían muy bien los estudios que se habían hecho sobre los puntos de mayor riesgo en el rio, pero no siendo responsabilidad del primero, no podía desviar recursos a actividades fuera de su objeto social.
El Metro de Medellín se ha convertido en un modelo de austeridad y buen gobierno y año tras año los medellinenses lo ratifican como la empresa pública más admirada. De hecho es el referente nacional en transporte masivo.
La junta saliente, en un trabajo profesional y cumpliendo con su responsabilidad, entró en un proceso de dialogo con el actual gerente, con el fin de implementar un proceso ordenado de sucesión y garantizar así un empalme sin traumatismos, especialmente en un momento en que se llevan a cabo proyectos de la envergadura del Tranvía de Ayacucho. La Presidencia de la República presentó un par de candidatos, desafortunadamente con perfiles muy distantes de los requeridos. Con el respeto y consideración que se merece, los representantes del Presidente en la junta le solicitamos retirar dichas candidaturas.
La politiquería nunca estuvo en la agenda del Metro, gracias a que los 5 representantes del Presidente habían sido profesionales del sector privado, quienes con el Gobernador, el Alcalde y los dos secretarios de Planeación, velaban por el desarrollo y crecimiento del sistema de transporte masivo, por el buen servicio a los usuarios y lo más importante, vigilaban que todas las contrataciones se hiciesen con criterios técnicos y nunca políticos.
No es un secreto el interés de diversos grupos políticos por hacerse a la Gerencia del Metro. ¿Una junta de funcionarios del gobierno viene a blindarlo?
Recientemente una comisión de la Junta estuvo revisando el Código de Buen Gobierno, aprobado por los accionistas. Allí se establece que los cinco representantes del presidente (Quienes prestan sus servicios ad honorem) deben ser particulares. Ante la ambigüedad del término, algunos miembros de junta sugerimos ser más específicos y establecer en el Nuevo Código: “Los cinco representantes del presidente y sus suplentes deberán ser profesionales del sector privado”. No sobra agregar que no deben ser ni proveedores, ni profesionales que se puedan beneficiar del desarrollo urbano que promueve el Metro, con el fin de evitar conflictos de interés.
En las ciudades del futuro el carro particular no tendrá cabida. Darán prioridad al peatón, al ciclista y en especial al transporte público. De golpe no me tocará esa dicha, pero por el momento disfruto en la bici como un niño, especialmente cuando sobrepaso en las calles las colas de carros atascados en los trancones o cuando pliego la bici y me monto con ella al Metro y me desplazo al otro lado de la ciudad.
Me enteré por el periódico, igual que mis colegas, que el Presidente nos bajó de la junta del Metro, pero para mi fortuna no me bajarán a mí y ni a mi bici de sus vagones.